La vitamina D es tanto un nutriente que puede ser consumido, como una hormona que produce el cuerpo, soluble a la grasa.
La Universidad de Harvard en los Estados Unidos señala que esta vitamina ayuda al cuerpo a absorber y retener el calcio y el fósforo; dos elementos fundamentales para la formación de huesos.
Además, los estudios de laboratorio muestran que la vitamina D puede reducir el crecimiento de las células cancerosas, ayudar a controlar las infecciones y reducir la inflamación.
Según los expertos, muchos de los órganos y tejidos del cuerpo tienen receptores de esta vitamina, lo que sugiere funciones importantes más allá de la salud ósea. Por ello los científicos continúan investigando activamente otras posibles funciones.
¿Cómo se obtiene?
De acuerdo con Harvard, pocos alimentos contienen vitamina D de forma natural, como son:
- Aceite de hígado de bacalao
- Salmón
- Pez espada
- Atún
- Jugo de naranja fortificado con
- Leches lácteas y vegetales enriquecidas
- Sardinas
- Hígado de res
- Yema
- Cereales fortificados
Sin embargo, actualmente existen algunos productos alimenticios fortificados con esta vitamina. De ahí que se sugiera que la mejor manera de obtener suficiente vitamina D es tomando un suplemento porque es difícil comer la suficiente a través de los alimentos.
“Los suplementos de vitamina D están disponibles en dos formas: vitamina D2(“ergocalciferol” o previtamina D) y vitamina D3 (“colecalciferol”)”, dicen los científicos.
La vitamina D es conocida como “la vitamina del Sol” debido a que tanto la forma D2 como la D3 se encuentran disponibles en los rayos ultravioleta-B.
El cuerpo en sí mismo produce la vitamina , la piel es la principal fuente natural, no obstante muchas personas tienen niveles insuficientes porque viven en lugares donde la luz solar es limitada en invierno o porque tienen una exposición limitada al sol debido a que están en lugares cerrados gran parte del tiempo.