La tragedia ocasionada por el desplome del metro cuando estaba en la estación Olivos, en la superficie, sobre una estructura de columnas no solo ha dejado 23 muertos confirmados por el momento y 79 hospitalizados, algunos aún sin identificar aún, también tiene connotaciones políticas obvias ya que esta línea estuvo atravesada por la sombra de la corrupción y fue una de las obras emblemáticas del actual canciller Marcelo Ebrard. La mañana del martes, Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la ciudad, ha anunciado que habrá un peritaje externo por parte de una empresa internacional para determinar las causas de lo ocurrido, además del oficial por parte de la Fiscalía, a lo que el canciller expresó su “plena intención de cooperar”.
Ebrard era entonces, cuando se construyó la línea de metro, el jefe del Gobierno capitalino y la noche del accidente, este lunes, salió al paso con un tuit en el que expresaba solidaridad con las familias. Ya por la mañana, en la conferencia matutina ha sido también interpelado por la prensa: “Es un día muy triste, comparto la indignación de la ciudadanía y comparto la opinión de la jefa de Gobierno de esclarecer qué ocurrió y establecer la responsabilidad de quienes la tengan y actuar en consecuencia, no importa quién sea”. “Entiendo que hay motivaciones de orden político, pero ahora lo que importa es el respeto a las familias y afectados, mis condolencias y solidaridad personal sincera. Me pongo a disposición de la autoridad, como siempre he hecho. Todo lo que sea necesario. Estoy a la orden”, ha dicho el canciller.
Las derivadas políticas son varias. Ya enn 2017, cuando México vivió el último gran terremoto y supuestamente las columnas que soportan la vía del metro quedaron dañadas, el jefe de Gobierno era Miguel Ángel Mancera (Movimiento Progresista), quien también se solidarizó ayer con las víctimas en un tuit temprano. Ha prometido “estar atento a los peritajes”. La reparación de la fatídica columna 69, tras el sismo, costó tres meses de trabajo y 15 millones de pesos. A pesar de ello, los vecinos habían denunciado el deterioro evidente de estas estructuras. La alcalesa ha asegurado que en la actualidad se hacía “un mantenimiento diario en la Línea 12″ y se efectuó “una revisión estructural el año pasado sin que se reportaron riesgos”. “Hay que esperar a ver el peritaje. Tenemos que llegar a la verdad y necesitamos expertos”. “Se hará la investigación que se tenga que hacer”.
Con su habitual tono serio, Sheinbaum, que anoche estuvo en el lugar del accidente, ha asegurado esta mañana que se buscará “la verdad”, aunque no ha hablado de depurar responsabilidades hasta que no concluyan esos peritajes. Preguntada directamente por la implicación del canciller que podría derivarse de esta investigación, ha señalado que se sabrá “todo lo que se tenga que saber, la ciudadanía tiene derecho a saber y nosotros estamos comprometidos con ella, de ahí el peritaje externo” con una empresa que aún están buscando. “Especular no nos ayuda a nadie”, ha añadido.
Ebrard, al que todos sitúan en la carrera política para la futura sucesión del presidente, quizá con las mismas posibilidades de Sheinbaum, estaba en las últimas semanas recabando cierto éxito debido a su gestión internacional para traer vacunas anticovid a México. Lo ocurrido puede nublar de nuevo su ascensión política en favor de otros colegas. Muy cuestionado en redes sociales en las últimas horas, Ebrard ha dicho esta mañana: “Mucho se podría contar, pero déjenme ir a la esencia: comparto la indiganción que hay y celebro la posición de la jefa de Gobierno de esclarecer lo que ocurrió”.
El terrible suceso acontece, además, cuando falta apenas un mes para las elecciones de junio. El presidente del Gobierno, Andrés Manuel López Obrador, ha abierto su conferencia matutina, naturalmente, dejando paso a la información sobre el accidente. Después ha dicho: “No se va a ocultar absolutamente nada, el pueblo tiene que conocer toda la verdad. No mentir, no robar, no traicionar al pueblo, solo la verdad”, ha asegurado. Y ha añadido: “Es un asunto lamentable, nuestro abrazo fraterno, sincero, a los familiares. Se conocerá la verdad a partir del dictamen a cargo de las Fiscalías, además del dictamen de expertos independientes”, ha asegurado. Y la conferencia ha seguido su agenda habitual, incluso con comentarios críticos a artículos periodísticos del día, como acostumbra.
Hacia el final, el presidente ha reiterado sus condolencias y asegurado que “no habrá impunidad para nadie. Ojalá actuemos todos con responsabilidad y que no haya manipulación en los medios, es difícil porque la prensa está en su peor época”. “Respaldaremos a la jefa de Gobierno en todo, haremos lo que ella considere conveniente”, ha añadido.
Sheinbaum, a preguntas de la prensa, ha informado de que la Línea 12 está cerrada y que se revisará toda la parte elevada por donde circulan los convoyes. El metro es para la ciudad un continuo sobresalto, cuando no son los frenos, es un incendio que obliga a cerrar líneas en una ciudad donde millones de personas se desplazan por esa vía. ¿Son seguras el resto de las líneas? “Son seguras”, ha afirmado la jefa de Gobierno. Y ha solicitado a las personas que tengan algún familiar posiblemente afectado que llamen a Locatel porque todavía hay entre muertos y heridos 15 personas sin identificar. Algunos cadáveres permanecen en el lugar del accidente a la espera de una grúa pueda levantar el convoy y ser rescatados.
La Línea 12, envuelta en un asunto turbio de corrupción que afectó a 30 funcionarios, fue entonces un punto de inflexión en la carrera política de Marcelo Ebrard tras salir de la alcaldía, y esos fantasmas vuelven hoy, cuando el canciller había retomado con éxito un ascenso político que no le descarta para la sucesión de López Obrador al concluir su mandato. Esta mañana ha asegurado que “el que nada debe nada teme. El que actúa con intregridad no debe temer nada”.