El presidente Andrés Manuel López Obrador se ha mostrado este lunes satisfecho con la consulta popular que abría la puerta a juzgar a los exgobernantes, a la que ha definido como “realmente trascendente” por ser “el inicio formal de un proceso de participación ciudadana en el marco de la democracia participativa”, pese a que la baja participación de la población (poco más del 7% de los convocados) hace que la abrumadora victoria del “sí” no sea vinculante. El plebiscito, además, agudizó el enfrentamiento entre el presidente y el Instituto Nacional Electoral (INE), un organismo al que López Obrador ha acusado de organizar la votación “sin entusiasmo”.
“No es un asunto de presupuesto, es un asunto de voluntad. Cuando se quiere se puede. Ellos no tenían entusiasmo por esta consulta y no han tenido entusiasmo por la democracia, fingen ser demócratas”, lamentó el presidente en la conferencia mañanera celebrada en Jalisco. El mandatario rebatió así el argumento del INE de que hizo lo que podía con los recursos que tenía, después de que el Congreso les negara un presupuesto específico para esta convocatoria para las que se instalaron 57.000 urnas, un tercio de las que se usaron en las elecciones intermedias del 6 de junio. “Se pudo haber extendido el número de urnas, de casillas por todo el país. No es un asunto de dinero. Se pudo haber pedido la colaboración de gobiernos estatales, municipales, del pueblo… pero no, ni se hablaba del tema”, añadió el mandatario, quien también cargó contra los medios de comunicación porque, a su juicio, no divulgaron lo suficiente la consulta.
Según los datos del INE, el ‘sí’ arrasó en la consulta celebrada el domingo con el 97,7 % de los votos. Sin embargo, solo votaron 6,6 millones de mexicanos, un 7,1% de los 93 millones de convocados, lo que dejó el umbral de participación muy lejos del 40% necesario para que el resultado fuera vinculante. “Es un triunfo el que 6,6 millones de ciudadanos hayan participado ayer independientemente de lo que decidieron votar, aún con todo lo confuso de la pregunta”, ha dicho el mandatario este lunes.
Los mexicanos acudieron el domingo a las urnas a responder una pregunta ambigua pero que abría la puerta a juzgar a los cinco gobernantes que precedieron a López Obrador por sus programas y decisiones del pasado. Inicialmente el mandatario promovió una consulta que proponía directamente enjuiciar a los expresidentes Carlos Salinas, Ernesto Zedillo, Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, pero la Suprema Corte de Justicia la modificó para que no estuviera enfocada en personas particulares.
Preguntado en la mañana, López Obrador dijo que el hecho de que la consulta no sea vinculante no impide “la posibilidad de que haya juicios” a los expresidentes, ya que las autoridades tienen “el derecho de actuar cuando se trata de asuntos judiciales, siempre y cuando haya pruebas”.
Finalmente, recordó que los mexicanos podrán participar en otra consulta popular el próximo año promovida por su Gobierno en la que el mandatario se someterá de manera voluntaria a un referendo revocatorio. “Es un buen inicio porque en marzo del año próximo, dentro de ocho meses, viene otra consulta y van a participar muchos más ciudadanos porque se le va a preguntar a la gente si quieren que continúe el presidente o que renuncie”, ha dicho.