Oaxaqueño de origen, el general José Luis Chiñas Silva, con una trayectoria impecable en las Fuerzas Armadas por más de 40 años, condecorado en múltiples ocasiones, tanto dentro como fuera del país, no titubea:
“El Ejército, la Fuerza Aérea y la Armada de México tienen uno de los reconocimientos populares más elevados y profundos del mundo, que se mide en encuestas y que se sostiene en los servicios brindados a la República y a la gente ante tragedias naturales y en los momentos más adversos de nuestra historia”.
El militar que alcanzó el grado de General de Brigada Diplomado de Estado Mayor, se ha destacado por su acendrado espíritu de servicio y sacrificio, manifestados desde su intensa preparación profesional que fue dando forma a sus sueños de una infancia transcurrida en la capital de Oaxaca y que lo llevó de las aulas (como alumno y profesor) a operaciones en auxilio de la población y en tareas de reforestación y protección de la flora y la fauna nacional, lo que acrecentó su temprana vocación de servicio y patriotismo, demostrada en puestos de alta responsabilidad tanto en el país como en naciones como Brasil, Uruguay y Paraguay.
Chiñas Silva ha evidenciado que formar parte de una institución a la que actualmente pertenecen más de 300 mil elementos distribuidos a lo largo y ancho no sólo del territorio nacional sino en aspectos de la vida pública que abarcan las tareas encomendadas por su Comandante Supremo, el presidente Andrés Manuel López Obrador, en ámbitos diversos y complejos para los que la disciplina, los valores y la fortaleza ética de las Fuerzas Armadas resultan un factor clave y determinante.
Memorioso, el general Chiñas recuerda una frase que leyó recientemente y que sintetiza su vocación y su compromiso institucional: “Detrás de cada casco y de cada uniforme hay toda una vida de disciplina, valor, lealtad y servicio. Reconocer y respaldar ese esfuerzo cotidiano es una de las primeras acciones de una nación ante cualquier adversidad”, y agrega: “Los militares nos mantenemos informados y atentos a lo que dice la gente y a lo que se opina en los medios porque así aprendimos a hacerlo desde que descubrimos nuestra vocación. Hasta el momento no conozco un solo militar que no haya atesorado esta vocación desde niño”.
“El Ejército, las Fuerzas Armadas en general, son un patrimonio y un orgullo del pueblo de México, y lo son por lo mucho que este cuerpo representa, por todo lo que le han dado a la gente en los momentos más difíciles, por la unidad y la hermandad que prevalece entre la tropa, en cada mujer y cada hombre que porta con honor un uniforme que representa la más elevada moral y ética públicas, una disciplina y un espíritu de sacrificio a toda prueba”, señala con energía y convencimiento.
Y es que para el general Chiñas el deber ineludible de un militar consiste en apuntalar con su trabajo y ejemplo la misión de las Fuerzas Armadas como pilar del Estado mexicano. Y esa expresión no es menor frente a la circunstancia especial y los retos que atraviesa actualmente la institución.