Divagaciones matutinas: El síndrome de Blanca Nieves

Espero que estén muy bien y que se dispongan a disfrutar de unas buenas vacaciones, donde puedan desconectarse un poco, así sea en su casa. Las verdaderas vacaciones no siempre precisan irse a otro lado, sino irse a sí mismos, y hemos estado tan volcados hacia afuera (en estado de alerta constante) en estos dos años que se extraña mucho ese estar realmente con uno mismo.

Yo estoy a punto de darme unos días de descanso. He dejado para ustedes algunos mensajes y material para que el equipo de trabajo de Akasha Comunidad los comparta, pero hoy leí una noticia que quise comentar antes de desconectarme. 

En el canal del Periodista mexicano Rubén Luengas (https://t.me/eltiempoentrenoticias) leí una noticia sobre algo que dijo Klaus Schwab recientemente. En esencia dijo: «Nadie estará a salvo hasta que esté vacunado» (https://euskalnews.tv/video/klaus-schwab-sigue-con-la-politica-del-miedo-nadie-estara-a-salvo-hasta-que-este-pintxado/)

Me dejó pensando en muchas cosas leer eso. Para empezar, pensé ¡qué tiempos tan extraños estamos viviendo! Tiempos en el que filántropos y economistas dan recomendaciones y vaticinios apocalipticos sobre aspectos de inmunología y virología mientras que inmunólogos y virólogos que no coinciden con «lo oficial» son callados y ridiculizados.

También recordé el cuento de Blanca Nieves. Nunca fue mi cuento favorito de los hermanos Grimm. Tal vez porque me desesperaba mucho que Blanca Nieves actuara tan inocentemente (la inocencia es linda en esencia, pero a veces puede ser confundida con la estupidez, y esa no es linda). ¿Cómo es que no se daba cuenta de que esa mujer anciana era en realidad una bruja? ¡Era tan obvio! Y, además,la insistencia de que tomara y mordiera la manzana no era normal. Si alguien me ofrece tan insistentemente algo que yo ya dije que no quiero o que no necesito, y hace todo por convencerme de que eso es lo mejor que podría yo hacer, al menos sospecharía de la nobleza de sus intenciones. Pero no, Blanca Nieves, presa de una quasi-inocencia, no cuestionaba la autoridad (ni la intención) de la anciana y mordía la manzana. Ahora, ¡a dormir en un estado de coma hasta que el príncipe la rescataba! ¿Cómo me iba a gustar? Es horrible ese cuento. Habla de una total falta de conciencia y de poder personal (de acuerdo, eso no lo comprendía así en la infancia, pero igual me desagradaba).

Herr Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial 

Bueno, pues Herr Schwab me recuerda a la bruja. Insistentemente presionando para que los inocentes acepten un producto que con escasos 16 meses de ser usado ha demostrado que no confiere protección y que, además, tiene el perfil de seguridad más bajo (comparado con cualquier otra vacuna, aprobada y usada actualmente) de la historia, clamando que es la única forma de salvarse. ¿Salvarse? ¿De un virus con una letalidad por caso de 0.2% y contra el cuál una parte substancial de la población ya cuenta con protección real?  ¿Será que el humano promedio del siglo XXI es tan o más inocente que la Blanca Nieves de los hermanos Grimm? El asunto es que no creo que el arquetipo del Principe salvador nos ayude demasiado en estos momentos. Cada uno de nosotros necesita volverse responsable de su propio despertar.


* La autora es Doctora en Ecología Molecular por la Universidad de Cambridge y Profesora e Investigadora de Tiempo Completo en la Universidad Autónoma de Querétaro

Karina Acevedo Whitehouse

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Entrada siguiente

Ucrania advierte a Rusia que no se rendirá en Mariupol

Dom Abr 17 , 2022
El primer ministro de Ucrania, Denys Shmyhal, aseguró este domingo que los soldados ucranianos lucharán «hasta el final» en la sitiada ciudad de Mariupol, por lo que descartó la capitulación exigida por Moscú. «La ciudad no ha […]