Una encrucijada para la humanidad
Robert Frost, poeta estadounidense, escribió un poema hermoso, llamado “The path not chosen” (El camino no tomado) que me ha gustado desde hace mucho tiempo pero que hoy tiene un significado mucho más profundo para mí:
Dos caminos se abrían en un bosque amarillo,
y triste por no poder caminar por los dos,
y por ser un viajero tan solo, un largo rato
me detuve, y puse la vista en uno de ellos
hasta donde al torcer se perdía en la maleza.
Después pasé al siguiente, tan bueno como el otro,
posiblemente la elección más adecuada
pues lo cubría la hierba y pedía ser usado;
aunque hasta allí lo mismo a cada uno
los había gastado el pasar de la gente,
y ambos por igual los cubría esa mañana
una capa de hojas que nadie había pisado.
¡Ah! ¡El primero dejé mejor para otro día!
Aunque tal y como un paso aventura el siguiente,
dudé si alguna vez volvería a aquel lugar.
Seguramente esto lo diré entre suspiros
en algún momento dentro de años y años
dos caminos se abrían en un bosque, elegí…
elegí el menos transitado de ambos,
Y eso supuso toda la diferencia.
El camino no tomado… Todos los días se abren ante nosotros diferentes caminos y, conscientes o inconscientes, avanzamos por uno, dejando a un lado el otro. Hace más de un año, elegí el camino menos transitado, el que me ha traído aquí, a Akasha Comunidad, en este intento de acercar conocimiento a quien desea conocerlo, a quien quiere tener acceso al conocimiento para tomar decisiones en libertad y no desde el miedo.
Ha sido un camino complejo, a veces cansado, a veces preocupante. Sin embargo, sé que esa elección ha supuesto toda la diferencia y no me arrepiento ni un instante de haberlo hecho. Esta comunidad da tanto a tantos que se ha vuelto indispensable tener certeza en lo que se comparte aquí, y evito a toda costa enviarles cosas que pudieran no ser ciertas o simplemente enganchar a quien los lee o escucha en una sensación de desesperanza estéril.
He intentado compartir siempre información científica que me he tomado el tiempo de analizar y que, hasta lo mejor de mis habilidades, considero que está sustentado. En ocasiones también les comparto mi sentir – algunas divagaciones de la mente y el corazón que he querido que conozcan por si acaso les inspira, les abraza o los contiene en estos momentos complejos.
Pero quiero que sepan que tengo cuidado – mucho cuidado – con lo que comparto cuando no se trata de algo científico, porque estoy consciente de la responsabilidad que implica la confianza que han depositado en mí. No busco con mis mensajes fomentar “la esperanza” de forma banal o somera, ya que no se trata de crear una suerte de “club de los optimistas”, pero sí sé que es necesario y urgente procurar no sumar más oscuridad a un momento que ya lo es.
Por eso titubeé en compartir un vídeo, llamado «The pivotal moment» con ustedes (lo ha subtitulado para ustedes por el equipo de trabajo) y que aparecerá en el siguiente mensaje. Antes de que lo descarguen o abran la liga, quiero pedirles que, de elegir verlo, lo hagan completo. Dura 17 minutos solamente, y cada uno de ellos es, a mi juicio, importante de ver, de que permeé en nuestra consciencia y nuestro subconsciente.
Si solamente ven el inicio es probable que el mensaje real del vídeo no llegue a ustedes, y eso sería verdaderamente una pena. El vídeo nos muestra justamente esa bifurcación.
Probablemente todos ustedes ya lo vean o lo intuyan: en estos momentos estamos, como humanidad, en una bifurcación en la que se han abierto ante nosotros dos caminos, y que van mucho más allá de SARS-CoV-2, de sus variantes emergentes y de las inoculaciones. Uno de los caminos promete seguridad pero nos cuesta la libertad, el otro camino promete la oportunidad de seguir siendo libres, aunque nos cueste trabajo.
Aquí está la liga para el vídeo subtitulado en Odysee:
https://odysee.com/estemomentocrucial:2f4e145cfff717bfc02f692ccb2d4d2c94ffcf96
Tal vez si suficientes personas elegimos conscientemente el camino menos transitado podamos evitar que se vuelva real aquel mundo sin libertad que cada vez es pregonado más en diversos medios. La decisión es nuestra y la responsabilidad también. No habrá nadie externo a quien culpar si elegimos pasiva o activamente perder esa libertad. Es así de importante y así de grande.
No hay que olvidarlo: aún podemos elegir otro camino.