La superficie sembrada de amapola en México sumó 24 mil 100 hectáreas entre julio de 2019 y junio de 2020, 12 por ciento más respecto al periodo 2018-2019, reveló la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés).
«A pesar de las campañas de erradicación por parte del Gobierno mexicano, el mercado de la goma de opio persiste y sigue siendo una actividad muy redituable, la goma de opio puede ser almacenada por largos periodos permitiendo comercializarla cuando las condiciones sean óptimas para el agricultor», se precisa en el reporte.
La siembra de amapola, refiere el diagnóstico presentado este jueves en la sede de la UNODC ante autoridades militares, persiste sobre todo en la Sierra Madre Occidental, en el denominado Triángulo Dorado, donde convergen los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango.
«Igualmente se ubicaron grandes concentraciones al norte del estado de Nayarit así como en la región montañosa de la Sierra Madre del Sur abarcando los estados de Guerrero y Oaxaca», se añade.
El estudio, presentado por Kristian Hölge, representante de la UNODC,
estima que el rendimiento promedio nacional de la goma de opio se colocó en 20.8 kilogramos por hectárea sembrada entre 2019 y 2020.
«Los rendimientos en la región norte en Sinaloa, Chihuahua y Durango y la región sur Guerrero se estimó en 19.2 y 22.2 kilogramos por hectárea, respectivamente», dijo Hölge.
En contraste, el Gobierno de México informó que en esos años la destrucción para 2020 en el País fue de 11 mil 747 hectáreas de amapola, manteniéndose estable respecto a 2019.
La destrucción de laboratorios clandestinos para la producción de heroína disminuyó 33 por ciento y la de aquellos utilizados para elaborar metanfetamina aumentó 28 por ciento.
«Con respecto a los aseguramientos derivados de la amapola: goma de opio, morfina, heroína líquida y sólida presentan una disminución de 75 por ciento, 100 por ciento, 100 por ciento y 24 por ciento respectivamente, mientras que para las semillas de amapola aumentó en un 54 por ciento en comparación con el año anterior», detalló.
El estudio destaca que aunque no se conoce por completo el impacto de la Covid-19 en los desafíos relacionados con las drogas, los análisis sugieren que la pandemia ha provocado un aumento con las dificultades económicas.
«Lo que probablemente haga que el cultivo de drogas ilícitas sea más atractivo para las frágiles comunidades rurales. En el mismo sentido la dinámica de los mercados globales podría haber incidido en el incremento del aérea sembrada con amapola en México», consideró la UNODC.
«Durante los trabajos de campo realizados por el personal de analistas del proyecto, se ha observado que los campesinos utilizan fertilizantes, herbicidas y plaguicidas, lo que indica una mayor inversión en la tecnificación del campo que les permite obtener mayor rendimiento de goma de opio por hectárea sembrada»..
Para este estudio, la UNODC tuvo el apoyo logístico de las Secretarías de la Defensa Nacional y deMarina, de la Fiscalía General de la República y del Centro Nacional de Planeación, Anàlisis e Información para el Combate a la Delincuencia.