En un acelerado agravamiento del incesante tránsito de migrantes irregulares del sur al norte de América, más de 19 mil haitianos, cubanos, venezolanos, asiáticos y africanos se acumulan hoy en Necoclí, pueblo del norte de Colombia y frente al mar Caribe, en busca de poder pasar a Panamá y al resto de Centroamérica en ruta a México y Estados Unidos.
Las autoridades de Necoclí, una comunidad del noroccidental departamento (estado) de Antioquia, pidieron al gobierno de Colombia que negocie con urgencia con el de Panamá que se abra un corredor humanitario que permita el paso de al menos mil 500 migrantes irregulares por día a suelo panameño para destrabar la crisis e intentar facilitar el traslado de estas personas hacia su meta en México y EU.
El incontrolable fenómeno migratorio pronosticó que el panorama en las fronteras de México con EU y Guatemala sufrirá al cierre de este mes y en octubre una mayor complicación que la registrada desde enero de 2021, con el multitudinario flujo de personas principalmente oriundas de Guatemala, El Salvador, Honduras, Cuba, Venezuela y Haití.
“Necoclí está totalmente colapsado”, dijo el colombiano Emiliano Veloza, administrador del muelle turístico de Turbo, población de Antioquia vecina de ese sitio. “Los servicios no funcionan”, narró Veloza.
De acuerdo con los informes, los migrantes se trasladan en lanchas de Necoclí a Acandí, municipio del noroccidental departamento colombiano de Chocó y limítrofe con Panamá.
De Acandí a la frontera con territorio panameño pagan para movilizarse en motocicletas e ingresar al Tapón del Darién, espesa jungla compartida por Colombia y Panamá y convertida en cementerio de numerosos viajeros que son víctimas de organizaciones criminales y del agotamiento.
El ecuatoriano Santiago Paz, jefe del Centro Administrativo Global y de la Misión de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), reconoció que “aunque el flujo irregular de personas migrantes extrarregionales en tránsito por la región de América Latina y el Caribe hacia América del Norte no es un fenómeno nuevo, se ha identificado un aumento en este tipo de migración en los últimos meses, particularmente de nacionales de Asia, África y el Caribe”.
Con datos del Servicio Nacional de Migración de Panamá, Paz informó a este diario que, de enero a agosto de 2021, un total de 70 mil 376 migrantes ingresaron a suelo panameño por el Darién, “siendo el año con la cifra más alta registrada”.
“Llama la atención que a pesar de estar en estación lluviosa el número de personas que atraviesa el Tapón del Darién va en aumento”, añadió.
Basada en estadísticas migratorias panameñas, la OIM reportó que el total de latinoamericanos, caribeños, asiáticos y africanos en tránsito irregular de Colombia a Panamá fue de 8 mil 594 en 2020 y de 109 mil 293 de 2010 a 2019, a un promedio anual de 10 mil 929.
Como instancia asociada a la Organización de Naciones Unidas (ONU), la OIM “aboga por el establecimiento de rutas, canales y mecanismos seguros para proteger los derechos de las personas migrantes en tránsito y prevenir situaciones de vulnerabilidad asociadas con la migración irregular y el tráfico ilícito de personas migrantes y otros riesgos”, indicó.
La respuesta a las necesidades de los migrantes irregulares “plantea importantes desafíos” de financiación, por lo que urge el apoyo internacional y de los gobiernos para enfrentar “las necesidades inmediatas de la población en tránsito” en América Latina y el Caribe, subrayó.
La amenaza es que el “pico” del fenómeno seguirá creciendo y el número de migrantes irregulares podría aumentar a 25 mil en este mes en Necoclí.
Tras alertar que la corriente humana llegó a Necoclí con enfermedades respiratorias y dermatológicas y gastroenteritis y desnutrición, el alcalde de esa ciudad, Jorge Tobón, reveló que se agotó el presupuesto de su municipio para mitigar los problemas de salud de los extranjeros.
La pandemia del coronavirus, la falta de higiene con la escasezde agua potable y otros elementos esenciales y las prácticas de prostitución a las que recurrieron los foráneos de ambos sexos para subsistir también agudizaron el conflicto sanitario, con riesgo de colapso de los centros de salud.
En declaraciones a medios regionales de prensa, Tobón confirmó que Panamá limitó el ingreso a suelo panameño a 500 personas al día, mientras que el cálculo oficial es que aproximadamente un millar de migrantes irregulares llega a diario a Necoclí. El recuento oficial del viernes anterior cerró en unos 16 mil 800, pero continuó el movimiento de salidas y entradas y se ubicó ayer en más de 19 mil continuó.
Sin visas, los viajeros americanos, asiáticos y africanos ahondaron la prolongada crisis migratoria en el hemisferio occidental, como las fronteras de Colombia con Venezuela, Ecuador, Perú y Panamá o las de México con EU y Guatemala, en un problema humanitario atizado por líos socioeconómicos, políticos e institucionales.
El alcalde describió que existe un hacinamiento en Necoclí, ya que hay unas 3 mil carpas en el área de playa y otros se hospedan en casas de pobladores de esa localidad que les alquilan habitaciones.
La mayoría de cubanos se movilizó por tierra de Ecuador,.que los excluyó de visa, a Colombia, o de Guyana, que también les eliminó ese requisito, a Brasil, Perú, Ecuador y Colombia, en viaje terrestre o aéreo.
Los haitianos, asiáticos y africanos arribaron a suelo colombiano por tierra desde Brasil, en un movimiento incesante desde inicios de la década de 2010. El éxodo de Venezuela a Colombia es permanente y hay más de un millón 800 mil venezolanos en suelo colombiano y la mayoría en proceso de regularizar su rango migratorio, pero otros pretenden seguir a EU a reunirse con parientes que huyeron de la profunda y generalizada crisis de su país.