Evalúa Microsoft energía nuclear para sus operaciones de IA

Microsoft apuesta a que la energía nuclear puede ayudar a satisfacer sus enormes necesidades de electricidad a medida que incursiona más en la inteligencia artificial y la supercomputación.

La sed de poder de la industria tecnológica es enorme. Un solo centro de datos nuevo puede consumir tanta electricidad como cientos de miles de hogares. La inteligencia artificial requiere aún más potencia informática.

La energía nuclear es libre de carbono y, a diferencia de las energías renovables, brinda electricidad las 24 horas del día. No obstante, enfrenta obstáculos importantes para su desarrollo, como el proceso regulatorio nuclear desalentador y costoso para desarrolladores de proyectos en Estados Unidos.

En un giro, Microsoft está experimentando con inteligencia artificial generativa para ver si la IA podría ayudar a acelerar el proceso de aprobación, revelaron ejecutivos de Microsoft.

Los experimentos de IA generativa aprovechan la inversión de Microsoft en OpenAI, el creador del chatbot viral ChatGPT. Durante los últimos seis meses, un equipo de empleados de Microsoft ha estado entrenando un modelo de lenguaje grande con documentos regulatorios y de licencias nucleares estadounidenses, con la esperanza de agilizar el papeleo requerido para tales aprobaciones, que pueden tomar años y costar cientos de millones de dólares.

La demanda de energía está creciendo a nivel mundial al tiempo que una gama de industrias trata de alejarse de los combustibles fósiles, dijo Michelle Patron, directora senior de políticas de sustentabilidad de Microsoft.

«Si vamos a hacer que eso esté libre de emisiones de carbono, necesitaremos todas las herramientas en la caja de herramientas», aseveró.

En general, la energía nuclear está viendo un aumento en el interés popular, incluyendo en la COP28, la conferencia climática anual de las Naciones Unidas en Dubai, donde Estados Unidos se contó en un grupo de países que se comprometieron a triplicar la generación de energía nuclear mundial para el 2050.

La realidad de la energía nuclear es que la producción sigue cayendo a nivel mundial a medida que los cierres de plantas superan las aperturas, y ningún país occidental ha arrancado la construcción de reactores modulares más pequeños (SMR) y de nuevo diseño que muchos consideran que son el futuro de la industria.

En Estados Unidos, la energía nuclear ha batallado en la última década para competir con opciones más baratas. El costo de construir proyectos de energía renovable ha caído y el auge del shale redujo los costos del combustible para centrales eléctricas operadas con gas natural.

Aunque los acuerdos solares y eólicos siguen siendo la principal forma para que las compañías adquieran energía limpia, no pueden brindar energía las 24 horas. Cada vez más empresas quieren agregar otros tipos de generación limpia a redes locales o regionales que puedan proporcionar energía constante.

Los ejecutivos de Google dijeron que considerarían firmar un acuerdo de compra de energía, tradicionalmente utilizado para ayudar a financiar nuevos proyectos eólicos y solares, con el desarrollador de un SMR.

Algunos mineros de criptomonedas también han dicho que quieren figurar entre los primeros clientes de SMRs para suministrar sus campus de datos. El fundador de Microsoft, Bill Gates, se cuenta entre varios magnates tecnológicos que respaldan a los desarrolladores de SMRs.

Este otoño, Microsoft abrió una vacante laboral para un experto en energía nuclear para ayudar a la compañía a integrar SMRs a su planificación eléctrica. También está comprando energía de plantas nucleares existentes.

Constellation Energy, el mayor propietario de plantas nucleares de Estados Unidos, acordó en junio vender energía nuclear a Microsoft para un centro de datos en Virginia cuando la energía eólica y solar no estén disponibles.

Constellation proyecta que, debido al surgimiento de la IA, la nueva demanda de energía para los centros de datos podría ser cinco o seis veces más que la que se necesitará para recargar vehículos eléctricos.

Google no tiene un acuerdo de compra de energía con una planta nuclear existente, pero consideraría un trato con un SMR, dijo Maud Texier, directora global de desarrollo de energías limpias y descarbonización de Google.

«Creo que la energía nuclear, especialmente la energía nuclear avanzada, está teniendo mucho progreso», afirmó Texier, quien compara el costo de los proyectos nucleares con el costo de la energía eólica y solar hace 15 años. «La reducción de costos será una función del despliegue», señaló.

El costoso proceso de obtención de permisos y construcción sigue siendo un obstáculo importante para los SMR en países de Occidente.

En Estados Unidos, la Comisión Reguladora Nuclear (NRC) hasta la fecha sólo ha aprobado el diseño de un desarrollador de SMR, NuScale Power. El proceso le costó a NuScale alrededor de 500 millones de dólares y su solicitud de 12 mil páginas tenía unos dos millones de páginas de material de apoyo.

Los planes para el primer proyecto comercial de NuScale se vinieron abajo el mes pasado cuando un grupo de compañías de servicios públicos en la región montañosa del oeste de Estados Unidos no pudo conseguir suficientes miembros para registrarse.

La NRC tiene un plan estratégico para la IA, «incluidos esfuerzos continuos para entender mejor cómo está siendo considerado el uso de la IA a nivel nacional y en el extranjero», declaró el portavoz Scott Burnell. La agencia planea organizar una reunión internacional sobre IA a principios del próximo año, indicó.

Microsoft está trabajando en sus pruebas para acelerar el proceso utilizando IA con Terra Praxis, una organización sin fines de lucro que promueve la reutilización de viejas plantas de carbón como sitios potenciales para nuevos reactores de menor escala. Los empleados de Microsoft proporcionan la codificación; Terra Praxis aporta experiencia en materia de regulación nuclear.

La IA podría reducir hasta en un 90% la cantidad de horas-hombre dedicadas a obtener la aprobación de una nueva planta de energía nuclear, dijo Eric Ingersoll, director fundador y codirector ejecutivo de Terra Praxis. Añadió que la IA también podría ayudar a agilizar la obtención de permisos ambientales para desarrolladores de energías renovables.

Para entrenar a la IA en solicitudes regulatorias, el equipo de Microsoft y Terra Praxis están dividiendo los documentos en partes más pequeñas.

Kirsty Gogan, directora fundadora y codirectora ejecutiva de Terra Praxis, señaló que la idea es automatizar el trabajo rutinario y dejar que los reguladores y desarrolladores especializados trabajen en «problemas que deben ser resueltos por personas, no por robots», apuntó.

«Realmente estamos emocionados por el potencial transformador de la inteligencia artificial en este rubro», expresó Patron.

Sara Pilar López

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