Las horas de sueño son vitales para tener un mejor descanso de las actividades realizadas durante el día, pero hay una hora en especial para irse a dormir, y la cual podría reducir riesgos de padecer enfermedades cardíacas.
La mejor hora para dormir y evitar problemas cardíacos es entre las 22:00 y 23:00 horas, esto de acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista European Heart Journal.
Las personas que se duermen entre esa hora tienen menor riesgo de desarrollar enfermedades del corazón en comparación con aquellas que acostumbran a acostarse más temprano o más tarde, señala el estudio.
Además, se encontró que esa hora de la noche se asocia a un menor riesgo de padecer enfermedades como un ataque cardíaco, un derrame cerebral o arterias cardíacas estrechas en comparación con los horarios más tempranos o tardíos.
En su investigación, los científicos analizaron la correlación entre los parámetros relacionados con el inicio del sueño, medidos por un acelerómetro de muñeca, y las enfermedades cardiovasculares. En el estudio participaron un total de 88, 026 hombres y mujeres.
Así, en comparación con las personas que inician su sueño entre las 22:00 y las 22:59, tienen un 25% más de riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares los que se acuestan a medianoche o más tarde, un 12% más de riesgo aquellos que se acuestan entre las 23:00 y las 23:59, y un 24 % más de riesgo quienes se quedan dormidos antes de las 22:00.
“El cuerpo tiene un reloj interno de 24 horas, llamado ritmo circadiano, que ayuda a regular el funcionamiento físico y mental”, explicó el autor del estudio, el doctor David Plans, de la Universidad de Exeter, en el Reino Unido.
El especialista señaló que “el momento más riesgoso es después de la medianoche, posiblemente porque puede reducir la probabilidad de ver la luz de la mañana, lo que reinicia el reloj biológico”.
Participantes en el estudio
El estudio incluyó a 88,026 individuos del Biobanco del Reino Unido reclutados entre 2006 y 2010. La edad media de los participantes era de 61 años (rango de 43 a 79 años) y el 58% eran mujeres.
Los datos sobre el inicio del sueño y la hora de despertarse se recogieron durante siete días utilizando un acelerómetro de muñeca. Los participantes completaron evaluaciones y cuestionarios demográficos, de estilo de vida, de salud y físicos.
En un análisis adicional por sexo, la asociación con el aumento del riesgo cardiovascular fue más fuerte en las mujeres, y sólo el inicio del sueño antes de las 10 de la noche siguió siendo significativo para los hombres.