El Gobierno de la Ciudad de México ha invertido mil 500 millones de pesos desde 2019 en su programa de Senderos Seguros para mujeres, pero investigadoras de la UNAM advierten sobre deficiencias de seguridad y movilidad en algunos de sus tramos.
Hasta ahora, el programa incluye 431 senderos que deberían tener iluminación y vigilancia para garantizar el tránsito seguro de mujeres incluso a altas horas de la noche.
Sin embargo, en su análisis, las especialistas Ana Paula Montes y Luz María Galindo advierten por ejemplo que el ubicado sobre Congreso de la Unión, que fue entregado en 2020, tiene senderos en los que ni siquiera caben carritos de bebé o sillas de ruedas.
Hasta 2022, en el programa se habían invertido mil 100 millones de pesos para rehabilitar 710 kilómetros y, para el cierre del año actual, se sumarán otros 400 millones y 210 kilómetros más.
Pero según las especialistas, el programa es limitado y no considera la Ciudad como escenario del trabajo que realizan las mujeres.
«No considera las diversas experiencias de movilidad en la Ciudad, ni las circunstancias que enfrentan mujeres que, por ejemplo, todos los días cuidan a otras personas», anotaron.
El sendero de Congreso de la Unión, en la Colonia Santa Anita, Alcaldía Iztacalco, considera 800 metros por debajo de la Línea 4 del Metro, donde hay jardineras y áreas de recreación.
Pero no se cuidó ni siquiera la habilitación de cruces peatonales seguros.
«Sólo se libera un estrecho espacio entre el borde de la calzada y el pilar que no puede ser utilizado por mujeres con carritos, sillas de ruedas o acompañadas de personas dependientes», señala el estudio.
Ven limitado proyecto de senderos seguros en cuanto a género
La movilidad segregada por género evidencia una limitada comprensión de las dificultades, aunado a las tareas de cuidado a otras personas, expusieron las investigadoras de la UNAM, Ana Paula Montes y Luz María Galindo.
«(El programa) desconoce el patrón de múltiples trayectos encadenados por varios propósitos característicos de la movilidad de las mujeres, que justamente no es posible acotar a un único sendero», precisaron.
En el Sendero Seguro diseñado en 2020, bajo la estructura elevada de la Línea 4 del Metro, la intervención se limitó a un trayecto, en torno a la estación Santa Anita, sobre Congreso de la Unión, cuando las mujeres, se desplazan entre los mercados de Santa Anita y Jamaica.
Más allá del trayecto intervenido, en la zona hay escuelas, supermercados, hospitales, bancos, oficinas del agua, la luz y de la Alcaldía Iztacalco, por lo que suelen caminar a La Viga, el Viaducto, Plutarco Elías Calles y ejes viales, rutas sin diseño peatonal.
Bajo la estructura elevada del Metro, en medio del camellón fueron colocados aparatos de gimnasio al aire libre y funciona un centro cultural Pilares.
«El proyecto de Sendero Seguro no ha considerado marcar cruces peatonales seguros para acceder a la zona ajardinada y las máquinas de gimnasio instaladas en el camellón», cuestionaron.
«De tal forma que existe una desconexión entre las actividades comerciales y habitacionales que tienen lugar a ambos lados del Sendero Seguro, pues peatones tienen que arriesgarse a cruzar seis carriles».
Reconocieron que Ciudad de México, a partir de la disposición constitucional para integrar un sistema de cuidados, es la primera entidad en adoptar medidas, de manera acotada.
De 2019 a noviembre de 2023, el Gobierno de la Ciudad reportó la creación de 490 Senderos Seguros en 920 kilómetros de vialidades, con una inversión pública de mil 402 millones de pesos.
«Lo que ha contribuido a disminuir 21.68 por ciento los delitos contra las mujeres en vía pública», indicó la Secretaría de Obras.