La compañía de origen francés HDF Energy alista el desarrollo de siete proyectos de hidrógeno verde en México, con una inversión estimada de 2 mil 500 millones de dólares.
El hidrógeno producido servirá para la generación de electricidad y para suministrar la molécula a ciertas actividades industriales.
De los siete proyectos, tres se instalarán en Baja California Sur, uno en el Corredor del Istmo de Tehuantepec y tres en la Península de Yucatán.
Uno de los proyectos que está por concluir su etapa de desarrollo y arrancará su construcción en el segundo trimestre del 2024, tiene por nombre Los Cabos l, que tendrá una inversión de 330 millones de dólares.
Dicho proyecto, con el que busca hacer una alianza con la Comisión Federal de Electricidad (CFE), abatiría la intermitencia propia de las energías renovables, a través del respaldo en el sitio de la generación mediante el uso del hidrógeno, eso garantizaría un suministro continuo.
Cristina Martín, vicepresidenta de América Latina de HDF Energy, explicó que el proyecto Los Cabos l surgió como respuesta a la necesidad que tiene el sistema eléctrico de Baja California Sur, el cual opera como una «isla» al no estar conectado al resto del País y depender solo de su generación local.
«Eléctricamente observamos que hay una necesidad de añadir más capacidad de producción, pero una capacidad que sea amigable con la red, que tenga calidad en el servicio y nosotros lo hacemos a partir de energías renovables, podemos aportar servicios similares a las térmicas con el almacenamiento en forma de hidrógeno que, a diferencia de las baterías, nos permite emular el funcionamiento de los ciclos combinados o térmicos.
«Pretendemos hacer una alianza (…) el objetivo es trabajar con el Gobierno, a través de CFE, para que pueda ser un proyecto público desde la parte de a quién le pertenece el activo, pero también quién recibe la energía», explicó en entrevista.
En el caso del proyecto para el Istmo, se pretende una sobreproducción de hidrógeno, de forma que una parte se destine a la generación de energía y otra más a comercializar la molécula para el desarrollo industrial de la zona.
«El hidrógeno tiene varios usos y sabemos que se quieren desarrollar plantas de amoniaco, de fertilizantes; también se puede usar en acereras o para movilidad ferroviaria.
«Entonces queremos una sobreproducción de hidrógeno para que pueda localmente estar dando un servicio a las industrias que se vayan a instalar allí», puntualizó.
