Al final de su vida útil, el aceite vegetal comestible usado puede parecerse a caramelo o grasa para carro. Alexis, en su negocio de sushi, genera alrededor de un galón de este residuo cada 15 días. En cuanto a Reina, quien vende antojitos, también utiliza aceite comestible, aunque en menor cantidad.
«Cada litro de aceite puede dañar hasta 40 mil litros de agua, ya que se extiende por toda la superficie y forma capas muy delgadas que pueden cubrir áreas muy extensas», explica Judith Cardoso Martínez, investigadora de la UAM Iztapalapa.
Además, el agua contaminada pierde toda posibilidad de reutilización, por lo que es crucial tomar medidas adecuadas en casa. «Por ejemplo, limpiar las cacerolas que contienen aceite con servilletas o papel absorbente antes de lavarlas, y colocar rejillas para evitar que los sólidos de grasa obstruyan las tuberías», añade Judith Cardoso Martínez.
Cuando se trata de un negocio de comida que utiliza grandes cantidades de aceite, se recomienda hacer una recolección segura en un recipiente de plástico.
Existen programas de recolección y reciclaje de aceite comestible usado, como «Mi cocina no contamina» de la Secretaría de Medio Ambiente de la Ciudad de México, que convierte este aceite en combustible ecológico vegetal. Estos programas cuentan con centros de acopio en las alcaldías Cuauhtémoc, Miguel Hidalgo e Iztapalapa.
