Un juez suspendió la nueva ley de Carolina del Sur que prohíbe la mayoría de los abortos alrededor de las seis semanas de embarazo hasta que la Suprema Corte del estado pueda revisar la medida.
El fallo del juez Clifton Newman se produjo apenas 24 horas después de que el Gobernador Henry McMaster firmara el proyecto de ley. La decisión significa que Carolina del Sur vuelve a la prohibición a la práctica hasta las 20 semanas de embarazo.
La ley aprobada el martes por la Asamblea General es similar a la prohibición que los legisladores avalaron en 2021, la cual prohíbe abortar una vez que se pueda detectar actividad cardíaca.
La Corte del estado decidió en un fallo de 3-2 que la ley de 2021 violaba el derecho a la privacidad de la Constitución estatal.
Los líderes legislativos dijeron que la nueva ley hace ajustes técnicos que deberían hacer que al menos un juez cambie de opinión.
Pero Newman dijo que no era su papel averiguar si eso tendría éxito. «El statu quo debe mantenerse hasta que la Corte revise su decisión», dijo Newman. «Va a terminar ahí».
La ley entró en vigencia tan pronto como se firmó y Planned Parenthood demandó de inmediato, diciendo que puso a las clínicas de aborto de Carolina del Sur en el limbo con citas canceladas de pacientes con embarazos avanzados y médicos que tuvieron que revisar cuidadosamente las nuevas regulaciones.
El grupo de derechos al aborto dijo que la nueva ley era tan similar a la anterior que las clínicas y las mujeres que buscan tratamiento se verían perjudicadas si se permitía que permaneciera en vigor hasta una revisión judicial completa.
Casi todas las 75 mujeres con citas para abortos en los próximos días parecían tener más de seis semanas, destacó la abogada de Planned Parenthood Kathleen McDaniel.
«Hay un daño irreprochable. Esta pasando. Ya sucedió», dijo McDaniel.
La mayoría de los estados del sur han promulgado leyes de aborto más estrictas en el último año, por lo que los provida han dicho que es por eso que Carolina del Sur ha visto un fuerte aumento en el número de abortos de pacientes que no son del estado.
La medida de Carolina del Sur se une a las estrictas limitaciones pendientes en Carolina del Norte y Florida, estados que se habían resistido a proporcionar un acceso más amplio al procedimiento, amenazando con retrasar aún más los abortos a medida que se acumulan las citas en la región.
