¿Que el récord de temperatura más alta para la Ciudad de México es de 33.9 grados y se registró el 9 de mayo de 1998? Es un dato cierto, pero muy limitado, sobre todo en días como ayer, cuando algunos termómetros reportaron hasta 40 grados.
Dos razones están detrás de esto.
Primero, que el Servicio Meteorológico establece sus máximos históricos a partir siempre de la medición de su estación ubicada en Tacubaya. Lo hace así para tener un indicador comparable y estandarizado, pero no significa que el nivel máximo al que llega el termómetro ahí sea en realidad el que se alcance en otros puntos.
La temperatura va a variar, siempre dependiendo de qué tanta vegetación o concreto haya en una zona, pues dichos elementos absorben y dispersan de forma diferente la radiación. En las ciudades, este fenómeno se conoce como islas de calor.
Las diferencias entre un lugar verde en el sur y uno sin árboles y saturado de pavimento y construcciones puede ser de varios grados.
Al final, las lecturas más precisas serán siempre las registradas en las estaciones meteorológicas, pero los termómetros comerciales dan una idea de un fenómeno que es común escuchar en estos días: una temperatura alta dada a conocer oficialmente, pero una sensación de mayor sofocamiento en la calle.
Triple lona
Alrededor de las 16:00 horas, cuando se alcanza el pico más alto en la Ciudad, en los alrededores del Parque Tacubaya se registraron con un termómetro de dos sensores hasta 40.1 grados en la medición para exterior. De parque, sólo tiene el nombre, pues se trata en realidad de una plaza de concreto que conecta el Metro con las distintas rutas de camiones y cuenta con un par de jardineras y un puñado de árboles, además de comercios y un mercado en el perímetro.
«Tuve que poner tres lonas para que no pasara la sensación de calor, la sombra de los árboles ya no era suficiente, además de que, justo por el calor, la gente ya no se detiene en la plaza y ha reducido los clientes», detalló Rosario Luna, comerciante de la zona.
Las mediciones se realizaron en tres diferentes puntos, sobre Avenida Revolución, esquina con Héroes de 1810, en la explanada, y sobre Avenida Parque Lira. Los resultados fueron de 37.3, 38.2 Y 40.1.
«Estamos todo el día bajo el sol y cada día se vuelve más fuerte, lo único que podemos hacer para refrescarnos es poner una manta y tomar mucha agua», comentó Margarita Martínez, quien vende a las afueras del Metro Tacubaya de las 10:00 hasta 19:00 horas.
Jesús
En el andador peatonal de acceso a La Villa, sobre Calzada de Guadalupe, sin áreas verdes y hasta sin macetas, también con un termómetro comercial se midieron hasta 36 grados a las 15:30 horas.
Visitantes al centro religioso se concentraban en la única banqueta con edificios que ofrecían algo de sombra.
Los vendedores saben que transeúntes y feligreses utilizan esta área sombreada, por lo que ahí abundan los puestos de bebidas o productos de hielo.
«Se siente muy fuerte el calor, como saliendo del piso, por eso se arriman a la poquita sombra que hay», explicó Georgina, vendedora de paletas y quien, aunque padece las inclemencias, reconoce un incremento de las ventas desde inicios el 11 de junio, cuando inició la tercera ola de calor.
De toda esta racha, ayer fue el día más caluroso.
Entre cemento
En el Centro Histórico, visitantes y capitalinos padecieron por los 39.8 grados registrados del termómetro ambiental, lo que provocó que los peatones avanzaran con paso apresurado en busca de sombra, con bebidas que dejaron de ser frías en apenas unos minutos y con rostros rojos por los rayos de sol.
«Hay que tomar suero, muchos líquidos para no sentir ahorita esta ola de calor, ahorita andamos pedaleando con todo y ya cuando sentimos más el calor, a estar bajo la sombra y así, todos los días» detalló Pedro, quien trabaja diario como conductor de un bicitaxi, de las 12:00 a las 21:00 horas.
Incluso, para las personas provenientes de zonas calurosas, la temperatura era excesiva. Diana y Esaú, de Córdoba, Veracruz, dijeron estar acostumbrados al calor, pero que en zonas cementadas se siente más.
Viaje caluroso
Descender de los andenes del Metro a las 15:30 horas y luego a los convoyes se sentía como la primera brisa de aire caliente que sopla al llegar a la playa, al alcanzar los 34 grados en un termómetro colgante.
«Es bastante pesado, la verdad, sí, se suda bastante. Sí te fatiga el estar con estas altas temperaturas (…) ya de por sí el Metro es caótico, ahora, con este calor, pues un poco más, porque ya todos buscamos un poco de aire», señaló Yesenia, quien viaja por trabajo desde Huixquilucan hasta el Zócalo y cada día se traslada por unas cuatro horas.
El parte oficial
-La temperatura máxima oficial ayer fue de 33.1 grados en la estación UAM Iztapalapa.
-La información la aportan Sedema, SGIRPC y UNAM y Conagua.