El Foro Sol volvió a sonar a Arctic Monkeys, un recinto más que familiar para el grupo británico.
En 2019 había dado ahí su concierto más grande, un sold out con sus invitados The Hives y Miles Kane. En noviembre pasado lo hizo en un escenario cercano, el del C. Capital, y este viernes, la banda de Sheffield complació a las 65 mil personas, según OCESA, que llenaron nuevamente el recinto.
Para la primera de dos fechas había probabilidad de lluvia, por eso la mayoría del público llevaba impermeable. A las 21:10 horas empezó a chispear, y cinco minutos después, Alex Turner (vocalista), Jamie Cook (guitarrista), Nick O’Malley (bajista) y Matt Helders (baterista) aparecieron sobre el escenario para abrir con «Sculptures of Anything Goes», tema incluido en su séptimo álbum, The Car.
«Muchas gracias», dijo Turner en español mientras levantaba el micrófono de manera horizontal. El público enloqueció al instante, justo antes de cantar «Teddy Picker».
Con una escenografía de halo de luz parecido a un eclipse se iba proyectando a los músicos en acción. Como buenos británicos, sus trajes lucían impecables. Turner, de negro con camisa blanca; el viento lo despeinaba por momentos.
«Ciudad de México, gusto en verlos», saludó el líder del cuarteto después del último coro de «Crying Lightning». Del halo salían más círculos, con una cámara trasera orientada hacia el público, mientras miles de celulares, como estrellas, creaban una atmósfera romántica durante «Tranquility Base Hotel & Casino».
«¿Cómo se sienten todos?», preguntó Turner mientras colocaba los dedos sobre las teclas del piano para tocar las primeras notas de «Why’d You Only Call Me When You’re High?». Desde las gradas, los fans alumbraban el recinto y lo convertían en un cielo estrellado.
Casi a las 21:50 se sintió una brisa con lluvia ligera mientras el Foro Sol seguía convertido en una pequeña galaxia con «Perfect Sense» sonando de fondo. Eclipsada por la energía del público mexicano, la banda puso más toques de rock alternativo con «The View From The Afternoon» y «Knee Socks».
Uno de los temas más coreados fue «Fluorescent Adolescent», del 2007, y el público, en general, empezó a bailar en círculos al ritmo de cada beat.
Con «There’d Better Be a Mirrorball», incluida en el reciente The Car y que les dio la nominación al Grammy por Mejor Performance Musical Alternativo, los presentes nunca dejaron de cantar.
Nuevamente el vocalista agradeció y con efectos visuales en forma de ondas empezó su éxito «Do I Wanna Know?». Las 65 mil voces se unieron sin dudarlo. «Fue un momento increíble, gracias», respondió Turner, quien deleitó con su armoniosa tesitura vocal en «Body Paint».
Los músicos caminaron por el entarimado y agradecieron con reverencias ante la multitud mientras recibían los aplausos. La noche caía y el frío aumentaba. La agrupación se despidió, varios pensaron que era el final del concierto y caminaron hacia la salida.
No era así. Los ídolos ingleses regresaron al son de «Hello You» y del techo colgó una bola plateada como la de las discotecas, y con las luces sobre ella, surgieron círculos plateados por todo el recinto. Luego de brindar 21 temas llenos de riffs rockeros, la banda dio las buenas noches con «I Bet You Look Good On The Dancefloor» y «R U Mine?», para concluir a las 22:50 horas.