La hipoteca inversa, una herramienta financiera creada para que adultos mayores pudieran obtener un préstamo con un inmueble de su propiedad como garantía, quedó sólo en buenas intenciones..
A seis años de que esta figura se oficializó en el Código Civil capitalino, expertos consideran que no funcionó debido a lagunas legales, a la falta de acompañamiento a los interesados y a que la tasa de interés se dejó en manos de la Secretaría de Finanzas de la CDMX y no del mercado.
En el papel, esta hipoteca inversa permitiría que mayores de 60 años dieran su vivienda en garantía, sin dejar de habitarla, a cambio de recibir recursos económicos.
La herramienta establece que cuando el adulto mayor fallece, sus familiares o herederos tienen 10 meses para cubrir la deuda y conservar el inmueble o permitir que la institución financiera la reclame.
Pero las lagunas legales y la falta de acompañamiento a los interesados dificultaron el acceso al producto y desincentivaron a la banca privada, concluyeron los expertos.
Entre el riesgo de pobreza y despojo
Cuando la hipoteca inversa fue presentada en la CDMX, se aplaudió su objetivo, que era generar una fuente de ingreso para un grupo vulnerable.
«Estamos entregando a los adultos mayores la posibilidad de poder acceder a una renta mensual, a manera de pensión, para ayudarles a solventar su día a día, sin necesidad de malbaratar su patrimonio», aseguró en septiembre de 2016 el entonces diputado local José Delgadillo.
Seis meses más tarde, la herramienta financiera fue reconocida dentro del Código Civil.
Ven riesgos en implementación
Sin embargo, su uso provoca incertidumbre, alertó Enrique Díaz-Infante, director del sistema financiero del Centro de Estudios Espinosa Yglesias (CEEY).
«En teoría es algo muy positivo para complementar la pensión, puede ser muy útil para ello, pero que luce con muchos riesgos«, consideró.
En la ley se estableció que la cantidad pactada entre la entidad financiera y el adulto mayor deberá ser suficiente para que éste último cumpla sus necesidades básicas y que el monto total no podrá ser inferior al 70 por ciento del valor comercial del inmueble, sin tomar en cuenta intereses.
Sin embargo, subrayó Díaz-Infante, se omitió fijar medidas concretas para proteger a los usuarios, como garantizar que el avalúo de sus bienes sea justo, así como establecer los factores para fijar las cuotas y los plazos de pago, con base en la esperanza de vida.
El mayor riesgo, advirtió, es que la hipoteca inversa termine implicando que el adulto mayor malbarate su patrimonio e, incluso, existe la posibilidad de que antes de su fallecimiento se vea obligado a entregar su propiedad al banco para cubrir la deuda.
«Preocupa que el activo más importante que generan las personas a lo largo de su vida, que es un inmueble, se pudiera esfumar por no contar con una pensión o por tratar de complementar su pensión, o por no hacerlo en forma adecuada y estar dando su inmueble en garantía de un crédito con tasas de intereses probativas, con un avalúo muy bajo y que pudiera afectar o generarle movilidad social descendente y pudiera afectar su vejez digna», precisó Díaz-Infante.
En tanto, Samuel Vázquez, economista principal en BBVA Bancomer Research, consideró que una limitante para la hipoteca inversa fue que la Ciudad de México regulara la tasa de interés que se debe considerar en los acuerdos.
«Independientemente de la tasa que se utilice en el marco regulatorio, un producto que nace con control de precios está destinado al fracaso. Sería mejor dejar al mercado y a la competencia determinar las tasas», señaló.
Sin depencendia a cargo
Cuando la hipoteca inversa fue promovida se decretó que la Secretaría de Desarrollo Social, actualmente Secretaría de Inclusión y Bienestar Social (Sibiso), podría acompañar e intervenir en el proceso. Sin embargo, sus funciones, atribuciones y acciones específicas quedaron sin aclarar.
Reporteros consultaron vía telefónica a personal de tres distintos módulos de atención para adultos mayores de la Sibiso para pedir más información sobre este trámite, sin embargo, todos los funcionarios dijeron desconocer sobre el tema.
¿Política adecuada?
La hipoteca inversa busca garantizar liquidez a dueños de bienes inmuebles.
-Este instrumento financiero comenzó a usarse en 1965 en Gran Bretaña.
-El objetivo es que el monto prestado sea pagado cuando el beneficiario fallece.
-El Estado de México incluyó la hipoteca inversa en su legislación en 2013, cuatro años antes que la Capital.
-En septiembre de 2016, la iniciativa para reconocerla en la Ciudad de México fue presentada en la Asamblea Legislativa y seis meses más tarde se formalizó mediante una publicación de la Gaceta Oficial.
-Sin embargo, no existe una normativa federal al respecto, lo que ha limitado su uso, de acuerdo con especialistas.