En el último año, empresas del País han aumentado 28 por ciento en promedio sus costos administrativos para cumplir con los requisitos de la versión 4.0 de los Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI) que exige el SAT, según un estudio.
Por ejemplo, han desembolsado, en promedio, 48 mil 240 pesos más por cada 2 mil CFDI que reciben, dice el «Estudio sobre Afectaciones a la Deducibilidad de las Empresas en México 2023» de Box Factura.
El documento se elaboró con información de más de 350 empresas que fue recabada a principios de este año.
Rafael Soto, director general de la plataforma tecnológica, dijo que el incremento de los costos contempla un mayor tiempo a la gestión fiscal, en promedio de 43 por ciento, por las nuevas regulaciones fiscales.
Ante este mayor tiempo, 38 por ciento de las empresas ha tenido que invertir recursos adicionales en personal, de acuerdo con el estudio.
En tanto, 29 por ciento expuso que debió contratar o capacitar a personal especializado en temas fiscales para asegurar el cumplimiento de la regulación.
Por otra parte, Soto destacó que los nuevos requerimientos disminuirán la capacidad de deducción de las empresas entre 6 y 11 por ciento, pues se pueden emitir comprobantes con errores y por lo tanto no serán deducibles.
Según el estudio, entre 18 y 25 por ciento de las facturas que las Pymes han recibido en los últimos meses contienen errores.
«Ahora, además de revisar lo de antes, debemos dedicar tiempo a revisar Código Postal que sea exactamente como se dieron de alta en el SAT y que el régimen sea como está en la Cédula Fiscal», dijo.
Añadió que probablemente el contador de una empresa mediana o grande no tiene tiempo para hacer todas las revisiones, por lo que se contrata a alguien más, pero en una organización más pequeña se pierde el costo de oportunidad, porque debe checar Código Postal, que no se dupliquen facturas y que esté bien el RFC.
«(En una pequeña organización) la cuestión es que de cuatro o cinco horas que uno dedicaba cada semana, ahora son seis, eso provoca que en lugar de abrir un changarro y empezar a vender, se esté en la parte de atrás haciendo estos análisis, es un costo de oportunidad porque no se dedica uno a lo que realmente es», describió Soto.