La economía de México creció entre julio y septiembre por octavo trimestre consecutivo, superando ligeramente las expectativas, impulsada por un sólido desempeño tanto de la actividad agropecuaria, como de las manufacturas y los servicios.
El Producto Interno Bruto (PIB) mostró una expansión a tasa trimestral del 0.9 por ciento, por arriba del 0.8 por ciento de los dos trimestres previos, de acuerdo con cifras desestacionalizadas preliminares divulgadas por el Inegi.
Analistas anticipaban un crecimiento de la segunda mayor economía de América Latina de un 0.8 por ciento en el periodo, según un sondeo de Reuters.
El avance estuvo encabezado por un incremento del 3.2 por ciento en las actividades primarias -que incluyen la agricultura, la pesca y la minería-; de un 1.4 por ciento en las secundarias -que engloban las manufacturas-; y de un 0.6 por ciento en las terciarias -que abarcan servicios-.
A tasa anual, el PIB creció un 3.3 por ciento en el tercer trimestre, frente a un avance de un 3.6 por ciento en cifras originales del periodo previo, ligando 10 trimestres seguidos en expansión.
El buen desempeño de la economía, de acuerdo con Actinver, se explica por la expansión del consumo de bienes y servicios, sumado al crecimiento de las actividades industriales y agropecuarias.
«En particular, la construcción fue el motor del crecimiento en el tercer trimestre del año, ya que se observa un dinamismo importante en la edificación de parques industriales, centros comerciales y centros de salud en el norte y el Bajío.
«En el sureste del País continúa el impulso de la infraestructura relacionada con los proyectos de inversión pública», indicó la institución financiera.
La semana pasada, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio, dijo que la economía mexicana crecería al menos un 3.5 por ciento este año.
Las cifras finales del PIB del tercer trimestre serán publicadas el 24 de noviembre.
«La economía mexicana ha sido muy resiliente porque Estados Unidos también ha sido muy resiliente y ambas economías están interrelacionadas.
«También se debe a la demanda interna, porque vemos un mercado laboral muy fuerte en México, sólidas remesas y un probable cambio de comportamiento por parte del consumidor», dijo Ernesto Revilla, economista jefe para América Latina de Citigroup.