Divagaciones matutinas: Más evidencia de la falta de justificación para seguir vacunando 

En marzo del año pasado, junto con un grupo de científicos, envié una carta abierta a la OMS, autoridades sanitarias y a los gobiernos a nivel mundial, alertando sobre lo que estaba comenzando a verse luego de la aplicación de las inoculaciones “COVID-19”, y solicitando que se cesara esa estrategia.

La carta la pueden leer en: https://www.authorea.com/users/414448/articles/522499-sars-cov-2-mass-vaccination-urgent-questions-on-vaccine-safety-that-demand-answers-from-international-health-agencies-regulatory-authorities-governments-and-vaccine-developers?commit=e6eec0208672efb4629eaadaa7ef7864c1772909

A casi un año de distancia, y a 13 meses de haberse iniciado la vacunación masiva global a una escala sin precedentes (basándose principalmente en dos plataformas vacunales de las que se tiene escasa información sobre sus efectos a largo plazo, enfocándose en una proteína viral que es el principal factor de virulencia de SARS-CoV-2, usando nanolípidos que se sabe que están asociados con reacciones anafilácticas y estados inflamatorios severos, ignorando la ocurrencia de eventos adversos que se han ido suscitando), sigue siendo vigente ese llamado, entre otras cosas porque la evidencia del fracaso de la estrategia elegida (o, ¿impuesta?) es cada vez más contundente.

En el estudio “Worldwide Bayesian Causal Impact Analysis of Vaccine Administration on Deaths and Cases Associated with COVID-19: A BigData Analysis of 145 Countries” (traducción: “Análisis mundial Bayesiano del impacto causal de la administración de vacunas en torno a las muertes y casos asociados con COVID-19”), escrito por Ritchie y colaboradores, y que hoy comparto con ustedes, muestra – una vez más – mediante un análisis diferente al convencional, el fracaso de la vacunación (el estudio lo pueden leer en: https://vector-news.github.io/editorials/CausalAnalysisReport_html.html). No está publicado en una revista científica aún, y dado el clima de censura, dudo mucho que lo logre. Sin embargo, con base en mi conocimiento de Epidemiología y de análisis numéricos, está bien fundamentado y desarrollado. Si alguien no lo considera así, sería preciso que presentara argumentos claros sobre el por qué considera que no es un buen estudio, más que simplemente subestimarlo porque no les gusta lo que dice.

En esencia, los autores utilizaron una aproximación Bayesiana (es decir,un análisis que no se basa en estadística probabilística; ver: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S2448-91902018000300205), para responder la siguiente pregunta: si la política de salud pública ha mantenido que la vacunación global reduciría los síntomas y, por ende, los casos y las muertes asociadas con COVID-19, ¿se está viendo ese efecto a nivel mundial?  Dada la cantidad de datos públicos disponibles, un estudio de esta envergadura es posible.

Para hacer su análisis, los autores compararon los periodos previos y posteriores a las inoculaciones en cada país. Usaron datos de Our World in data (https://ourworldindata.org/coronavirus), y con base en el marco Bayesiano para determinar causalidad (https://doi.org/10.1214/14-aoas788) investigaron el efecto causal de la administración de las vacunas sobre dos variables dependientes: total de muertes por millón, y total de casos por millón. Trabajaron con datos sobre 145 países y encontraron lo siguiente:

1)  La administración de las vacunas tiene una asociación fuerte y estadísticamente significativa hacia el incremento de muertes por millón y casos por millón (sí, lo escribí correctamente, entre más se vacuna, más casos y más muertes, comparado con lo que se esperaría sin la administración de la vacuna).

2)   En 115 países las muertes por COVID-19 incrementaron después de la vacunación y en 13 decrementaron después de la vacunación. Las muertes por COVID-19 por millón de habitantes incrementaron significativa y causalmente con la vacunación en el 89.84% de los países con los que trabajaron en el estudio.

3)  En 105 países los casos de COVID-19 incrementaron después de la vacunación y en 16 decrementaron después de la vacunación. Los casos de COVID-19 por millón de habitantes incrementaron significativa y causalmente con la vacunación en el 86.78% de los países con los que trabajaron en el estudio.

4)  El impacto causal de la vacunación en cuanto a la muerte por COVID-19 osciló de -19% (el ser negativo el valor implica un efecto de disminución de las muertes luego de la vacunación) a +19,015% (esto significa un efecto de incremento de las muertes luego de la vacunación) con un promedio global de +463.15% (en promedio, incremento de muertes COVID-19 posterior a la vacunación en 463 por ciento.

5)  El impacto causal de la vacunación en cuanto a los casos de COVID-19 osciló de -46% (el ser negativo el valor implica un efecto de disminución de los casos luego de la vacunación) a +12,240% (esto significa un efecto de incremento de los casos luego de la vacunación) con un promedio global de +260.88% (en promedio, incremento de casos COVID-19 posterior a la vacunación en 261 por ciento.

6)  Con base en su análisis, no se sostiene la hipótesis de que las vacunas protegen contra muertes ni casos COVID-19 en la gran mayoría de los países.

También hicieron análisis correlativos con respecto a los días transcurridos después del inicio de la vacunación, total de dosis por cien, total de marcas/tipos de vacunas usadas, y tomando en cuenta las diferencias en los continentes y países. Pudieron ver que las muertes COVID-19 y los casos COVID-19 no fueron homogéneos entre categorías (variaron entre continentes y países y variaron de acuerdo al % de vacunación, tiempo transcurrido, tipo de vacunas, etc.).

En esencia, los países con más altas tasas de vacunación no tuvieron menos casos de COVID-19.

Los autores concluyen que sus resultados debieran ser motivo de preocupación para los que implementan las políticas de salud pública, ya que encontraron un incremento en casos y muertes COVID-19 relacionado directamente con las vacunaciones COVID-19.

Eso significa un impacto limitado a negativo que contrasta con la promesa de que las vacunas permitirían controlar la pandemia. Puntualizan que estos resultados debieran alentar a las autoridades sanitarias a tomar decisiones basados en los datos, y no en la narrativa, y en las condiciones locales, no en mandatos globales o nacionales. Terminan pidiendo que se busquen otras formas de salir de esta pandemia, que no sean las campañas de vacunación masivas.

Luego de haber leído con cuidado el artículo, me parece que es un estudio imprescindible, uno que no se justificaría que las autoridades sanitarias (y la comunidad científica en general) desconociera o ignorara, incluso si su reticencia se debiera a que desconocen la aproximación Bayesiana.

Es mejor que aprendan algo nuevo a que ignoren los resultados que demuestran que las inoculaciones no solo no están sirviendo, sino que están agudizando el problema.

Resumen en 42 palabras: Con base en un análisis Bayesiano de 154 países, se vio que en la gran mayoría de ellos la vacunación ha incrementado significativa y causalmente los casos COVID-19 y las muertes COVID-19. La estrategia no está funcionando y está agravando el problema.




* La autora es Doctora en Ecología Molecular por la Universidad de Cambridge y Profesora e Investigadora de Tiempo Completo en la Universidad Autónoma de Querétaro

Karina Acevedo Whitehouse

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