Las elecciones en Estados Unidos están a días de concluir; sin embargo, la pandemia de COVID-19 implicó un aumento del voto por correo o anticipado, lo que ha representado un desafío técnico, humano y también legal en miles de jurisdicciones, que tienen sus propios procedimientos legales.
El desarrollo de las elecciones en Estados Unidos solía ser más fluido cuando la gran mayoría de las personas votaban el mismo día en un centro electoral y sus preferencias eran contabilizadas automáticamente por una máquina.
Pero este año, la pandemia de COVID-19 implicó un aumento del voto por correo o anticipado. Este escenario de incertidumbre implica que muchas cosas podrían salir mal si las elecciones en Estados Unidos del próximo 3 de noviembre entre el presidente Donald Trump y el demócrata Joe Biden son muy reñidas.
Muchos esperan que esto desemboque en una batalla legal y que al igual que en el año 2000 la disputa se dirima en la Corte Suprema.
Las encuestas muestran que muchos más demócratas que republicanos son proclives a votar por correo y el partido de Trump lanzó varias querellas legales para limitar esa posibilidad.
En las últimas elecciones, cerca un 1% de los votos enviados por correspondencia fueron rechazados, una cifra que se espera que suba con el aumento de esta modalidad.
Esto podría implicar cientos de miles de votos disputados. Las elecciones en Estados Unidos de 2000 se decidieron por 537 votos.
¿Cuál es el panorama electoral?
En 2016 cerca de 139 millones de estadounidenses sufragaron, con 33 millones de votos por correspondencia. Este año la participación total podría sumar 150 millones de personas y la mitad de los sufragios podrían ser emitidos anticipadamente.
¿Cómo funciona el voto por correo?
Nueve estados y la capital, Washington DC, envían automáticamente votos por correspondencia a todos los electores. En otros, es responsabilidad del votante pedirlos. En el pasado esto estaba restringido para el voto “en ausencia”, pero en este ciclo electoral, mucho estado, aunque no todos, hicieron posible que cualquiera obtuviera un voto en ausencia o por correo.
Pero cada estado tiene sus propias reglas. La mayoría requiere rellenar el sufragio, ponerlo en un sobre, firmarlo y enviarlo por correo o colocarlo en urnas especiales.
Pero algunos estados exigen una “funda” para la privacidad y otros requieren de testigos, por ejemplo.
¿Cuándo se cuentan los votos?
Los votos en los recintos electorales son contados automáticamente y en la mayoría de los casos los resultados son anunciados en horas o incluso minutos después de que cierren las urnas.
Pero los votos por correo implican un proceso laborioso en el cual cada estado tiene reglas propias.
Algunos estados solamente aceptan votos que llegan hasta el día de la elección, otros siguen contando sufragios hasta diez días después.
Debido a la carga que esto implica para el Servicio Postal, algunos estados han alargado el periodo en el que aceptarán votos.
Y el proceso de verificar firmas, abrir sobres y retirar y contar los sufragios varía de estado a estado.