
Los satélites de la NASA han detectado que el planeta Tierra se está oscureciendo en el hemisferio norte, reflejando que los humanos han comenzado a influir directamente en aspectos del planeta Tierra.
Según la investigación publicada en la revista PNAS, las actividades humanas industriales de Estados Unidos, China y Europa habrían provocado que el rebote de la radiación solar en el hemisferio norte de la Tierra sea menor a la que había hace, por ejemplo, 24 años.
Si las actividades en el norte del planeta siguen siendo tan desiguales, en comparación a las del sur, se provocará una ruptura absoluta de las condiciones “iguales” que existe en el planeta Tierra. Cuando la luz solar sea visiblemente menor en el norte que en el sur, las consecuencias se verían en el clima terrestre: como una redistribución del calor y de los fenómenos climatológicos afectados por la circulación atmosférica y oceánica.
En otras palabras, las actividades contaminantes en el hemisferio norte provocarían que la luz no llegue o se refleje de la misma forma que hace años y cambiaría el clima de manera más drástica y las condiciones que provocaban fenómenos como los huracanes se harán cada vez más impredecibles.